Bueno…visto lo visto tampoco es eso. Ni es así ni se puede. Al menos se vislumbra desde casa, con un mapa y sin que tampoco se pueda doblar. Algo así como la espalda de cada cual.
La vuelta no fue sonora. El autobús del equipo era como una ambulancia, pero sin sirena ni pañuelo blanco. Eso sí, no fue un baño de lágrimas. Y todo gracias al emperramiento de Genís en poner el carrusel deportivo dominguero. Si no lo pone, revienta.
Empezamos con el match de básket y la angustiosa prórroga, endulzada con una escopeta nacional y el MVP Saneme; seguimos con la parada de un portero llamado Rico, que fue un fenómeno tan paranormal como casual y que, a la postre, fue lo mejor de la tarde con aplausos a rabiar incluso del conductor, poco de fiar. Continuamos con la rueda de prensa de un tal GN y su traductor echando balones fuera. De la desesperación al estruendo de un último minuto. Un descansillo con la odisea europea de unas gafas, unas fundas y una ausencia de bronca. Y la traca final se la llevó un tal Cejudo, que en paz estará descansando.
De la bajada del autobús del equipo de uno, de otro, de aquél y del del más allá se han borrado oportunamente las instantáneas porque darían que hablar o mejor reír.
También fuimos a una competición deportiva, conste. DC no pudo consumar un tercer puesto que le hubiera sabido a gloria. El partido del polémic fue parecido a muchos de los que hace. Es decir, fácil de imaginar. Los demás no jugaron, o por bye o por prescripción facultativa. Éxito de la representación española, con victorias totales en + 35, tanto en masculino (Macarron), como en femenino (una sorprendente Laura Sáez), en + 50 con MHall y en + 55 con JL Orizaola.
Fue un campeonato espectacular. Muy bien organizado, de gran nivel competitivo y con unas instalaciones envidiables.
Evidentemente, tornarem. De lo doblar la esquina…parlarem.
Salut i Squash.{jcomments on}
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