A estas alturas de la película o todos conocen el desenlace de lo acontecido en el Absoluto Europeo de Veteranos o presuponen lo "bonito" que es todo lo fotografiado y remitido vía redes sociales. Pero...
...la otra cara, la B, la de la trastienda merece aparecer por aquí. Y es que mientras que a unos les caía la baba con el palacio de Schonbrunn, a otros lo que les resbalaba era "la suor" que chorreaba por todos los poros del body en el "idem" de Belvedere a pleno sol con más de 30 º. Y eso, como que no se cuenta y fue la pura la realidad.
Si Viena es todo glamour, un club con quince pistas de squash debería serlo. Para muestra un botón y aquí la entrada al recinto:
Por si acaso a alguien le daba grima o repelús coger el ascensor, siempre estaba la opción de la escalera a pesar de estar en un séptimo piso:
Para hacer la foto se quitó el cartelón que en alemán puede que pusiera "recién pintado" o "suelo resbaladizo". Quién sabe.
Sin reponernos del todo, la meta tampoco tenia desperdicio (y además de verdad...):
Tal cual. Eh? Que el menda de fotoshop ni idea.
No había placa de inauguración de la instalación. Se supone que aún no existían las imprentas. La primera mirada nos recordó a Serrería, donde nos quejamos de puro vicio.
Y es que quince pistas son quince pistas...
Menuda cueva...sin por supuesto aire acondicionado. Luego, podéis imaginar todas las pistas llenas, con los pasillos a reventar y tal y cual.
Por no haber: ni wifi. ¡¡¡Pa qué!!!
Del streaming no se puede opinar más que de oídas y se echaban pestes, Pero, bueno...ya sabemos la gente lo exagerada que es.
El pack de bienvenida, previos 115 euros, no fue (naturalmente) acorde con el precio. A una vergonzosa galleta y bolsita de patatas fritas iba un saquito artesanal y feo de c...
Iba también el polito de rigor y de colorines para regalar al vecino y lo luzca en el mercado o en el bareto del barrio. Puag!!!
¡Qué, ¿Os ha gustado la trastienda?!
Pasamos a las cosas positivas, que a pesar de lo relatado también las hubo. Destacar el buen ambiente general en todos y particularmente entre los españoles. La puntualidad de los partidos, si bien no se jugaron todos los puestos y la precisión y regularidad del transporte público vienés.
Para el final, y perdón al héroe por la omisión deliberada, aplaudir y felicitar al mejor clasificado hispano perteneciente a nuestro Club: Alex Garbí. Su tercer puesto es muy meritorio y se quitó la espina de Girona:
Como siempre y lo mejor, un placer estar al lado de los nuestros.
A Viena no tornarem. Pero al Mundial del año que viene en Wroclaw sí que sí, posible cara B incluida.
Salut i Squash.
¿Tot mentira? ¡¡Pregunteu, pregunteu!!.
Y mientras tanto, después de una semana larga uno también se pregunta si en en el Club de Campo K-7 o en Olympia ya lo han instalado...
Aquí debería ir la crónica de mierda...
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