Por tierra y por aire llegó a Santiago la otra tanda a cumplir su compromiso europeo.

Al par de dos se unió el joven Molina y el pibe Pedernera. No vamos a hablar de resultados porque ya los sabéis y, sobre todo, porque esto es una crónica de los viajeros, de las de "mierda". Eso también lo sabéis.

Empezamos de forma surrealista. Y no es producto de la inteligencia artificial.

Que cada cual lo interprete a su manera, y, si acaso,no se reserve su opinión.
Por otra parte, y acercándonos a la realidad, los viajes de squash son para competir, hacer turismo (de paso) y para algunos que les sirva para vaciar el armario de tanta camiseta arrumbada para que el raquetero pese o huela menos al regreso.
Ocurrió lo siguiente en el último día. Nuestro personaje "luce" la mítica sudadera taronja de nuestro europeo organizado en el 2.018. Es cierto que ya raída, mostosa y añeja..Con destino al desguace. Se le acerca una veterana e "insinúa" eso de: i,m like this shirt...Vale. Ok. Bon día. Que usted lo pase bien.
Finaliza su actuación y el que escribe en un arranque de espontaneidad intenta regalar esa sudadera vieja, roñosa y sudada. La alemana en cuestión no da crédito y en vez de darle un sopapo empieza a dar saltos de alegría. Ver para creer.

Pero esto no es todo porque hay segunda y hasta tercera parte. No os vayáis.
Previa la entrega de trofeos, y con una tónica en la mano, sale la señora en cuestión a la calle en el fret que fea (con el frío que hacía) de faldita mini y la sudadera puesta, cual influencer en busca de papparazzi, Alucinante.
Llega la interminable ceremonia y ¡Sorpresa! The winner is...

Es decir, habían cinco personalidades para besarla y, quien sabe si olerla,
Pero sí, sí. ¡Con un par! La historia parecía terminada pero...como ganadora tenía el plus de recibir una caja con botellas de vino del terreno.

Se acerca al exdueño de la ya repetida sudadera (recordar que iba para la basura), y en gesto de correspondencia, confraternidad o como le queráis llamar, le regala el botellero al completo. Vale. Ok. Bon día. Que me lo beberé bien.
Y así fue. Que la historia no es de película, cierto. Pero que para una de las habituales crónicas de "mierda" queda fetén.

Estas líneas van dedicadas a otro de nuestro ilustres + 60, como es Chimo Marmaneu. Que te mejores y te pases algún sábado primero de mes a recoger nuestra camiseta, que por esta vez, sólo por ésta, irá de fábrica. Te queremos.
(+60) Salut i Squash.
Que grandes viajes áquellos! Se os echa de menos! Abrazos para el club!
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