• CSV slider play
  • CSV slider 04

Ligas de Squash y Squash57

Una liga con todos los niveles que se adapta a tu juego

Formación, coach, juniors y Ladies

Clínics, cursos y entrenamientos para todos y todas

Torneos, actividades y eventos

Torneos autonómicos, nacionales e internacionales. Sociales, barras libres y más...

 

Últimas noticias

Social de collas. El que avisa no es traidor, es avisador.

Comoquiera que lo que voy a escribir hoy no va a gustar a casi nadie, voy a utilizar un pseudónimo para ocultar mi identidad. Así pues he decidido firmar estas líneas con el nombre ficticio de Vicente Moreno, pues creo que puede reflejar perfectamente mi estado de ánimo actual.

Siento haberme hecho viejo de golpe, sin ánimo ni ilusión, como aquel que cree haber vivido ya sus mejores días, mucho más cerca del final que del principio, justo como está nuestro deporte ahora en nuestras tierras. Y es que, mientras me despido de mis compañeros después de la comida que cierra el torneo de este fin de semana, me asalta la idea de que dentro de poco no estaré compartiendo pista ni mesa con esta gente. Probablemente ya solo me los cruzaré por casualidad en algún supermercado, donde nuestras parejas nos urgirán a acabar la conversación porque llegamos tarde a algún sitio que no nos importa lo más mínimo, añorando aquellos tiempos en los que éramos reyes.

Con un poco de suerte nos juntaremos una vez al año, ya sea fruto de uno de esos encuentros o por el ánimo incontrolable de algunos de los miembros del club con capacidad para atraer a unos cuantos, para desempolvar nuestras raquetas y zapatillas, probablemente ya aparcadas en el fondo de algún trastero y no me cabe duda de que, tras arrastrarnos por alguna penosa pista desconchada y oscura poniendo por mero azar alguna paralela en su sitio, prolongaremos la velada con alguna comida o cena en algún sitio de los de antes.

Lo mejor serán las sobremesas, donde recordaremos los mejores momentos de aquellos autonómicos, nacionales o sociales, obviamente tendiendo a la exageración mientras se relata aquella remontada épica o punto imposible, con licencia para mentir por una noche.

“- ¿Cómo se llamaban aquellos torneos después de Navidad?

  • Los de Collas.
  • ¡Esos! Daban las camisetas más chulas de todas”

El más romántico de los presentes dirá que esos campeonatos reflejaban mejor que ningún otro la esencia del que fue nuestro club, pues reunía a los equipos más heterogéneos que nadie haya visto, con gente que únicamente tenía en común un amor casi insano por el squash, pero que habían acabado haciéndose amigos por obra y gracia de la bolita negra. Tipos y tipas que venían de haber probado todos los deportes, que solo uno había conseguido enamorarles realmente y que en ese momento andarán buscando sin suerte el sabor que esa raqueta larga les dejaba.

Y espero que hablemos de la edición de este año, la que dicen que cierra la trilogía (ya veremos). Los de mejor memoria recordarán el nombre de los ganadores, Los Lavativas, tomado del término que utilizaba el más famoso de sus integrantes, que decía ser viejo y se movía por la pista como una víbora.

Dirán que de número 1 iba Esteban, un tío que jugaba como los ángeles y que engañaba a todos haciendo parecer que moverse por una pista era tarea fácil. Alguno de los que se hubiera cruzado con él en liga dirá que el 2 era Carlos Martínez, que llevaba veneno en la raqueta cada vez que atacaba y con el que buscábamos sentarnos en la grada o la mesa, pues era buena gente. No nos olvidaremos de Kevin, preguntándonos si seguirá ganándole la partida al tiempo y seguros de que no habrá corregido su heterodoxia por más clases que tome. Refiriéndonos a Toni Fons a la mitad nos saldrá una sonrisa, pues fue el primer entrenador de la mayoría (“¡Qué clase tenía y qué cabrón era!”).

Ya con un gin tonic en la mano intentaremos sacar sin conseguirlo los nombres de los doce grupos que componían el cuadro.

Las Ladies serán las primeras en salir, pues son siempre las más animadas.

Serrulla irá después, por la guerra que da dentro y fuera de la pista.

Seguirán los espartanos, tipos duros y correosos que hacen tragar saliva al más pintado.

Los de Fernando, que vuelven a nadar para ahogarse en la orilla.

Los de Rafel, que no se pierden una y acompañan con su vaquerito al que quiera hidratarse hasta más tarde.

Y cómo no, Los Desapareguts, un equipo de leyendas que evocaba la época en la que había siete clubs de squash en la capital, en los que los autonómicos se jugaban a cara de perro, aquellos días en los que estábamos de moda, en los que se nos trataba como a sultanes en las recepciones de todos los gimnasios, pues éramos los niños bonitos que nadie quería dejar escapar.

De lo que nadie querrá hablar ese día es de los motivos que nos hicieron abandonar este juego, pues la memoria es selectiva y la mayoría carecemos de capacidad de autocrítica. Además, a nadie le gusta que le recuerden que fue derrotado, que se rindió sin oponer resistencia. Nadie dirá que nos fueron apartando poco a poco de las pistas, aquellas que fueron cayéndose a trozos literalmente porque no fuimos exigentes, porque asumimos que era lo que había y dimos por válidas las excusas de cualquier gestor que no quería vernos por allí, para el que éramos una molestia porque no supimos explicarle que podíamos ser un negocio.

Nadie querrá ni oír hablar de inmovilismo, de por qué no pateamos todas las instituciones y organismos en busca de ayuda. Tampoco ninguno de nosotros querrá asumir que desoímos a aquellos que hablaban de alternativas, de compromiso, de cambiar el rumbo. Quizá haya quien, por la osadía que da el alcohol, diga en voz alta que fuimos culpables. Espero que, llegado ese momento, pidamos otra copa mientras preferimos que alguien que estuvo allí nos cuente la historia de cómo Ferra padre celebró con una vuelta al ruedo aquella victoria inolvidable frente a Patxi.

Al que aún siga leyendo quiero pedirle perdón, pero quería aprovechar la ocasión para avisar y que no se pueda decir que no hubo una crónica en la que se anunció esta muerte, pues si sois sinceros todos compartís este ánimo mío y estas pocas ganas de seguir adelante… ¿O no?

Salut i squash.

Y, mientras tanto, el casolá…

Javier Martos
Gran frase señor cronista: "Tampoco ninguno de nosotros querrá asumir que desoímos a aquellos que hablaban de alternativas, de compromiso, de cambiar el rumbo."
Sin autocrítica no hay mejora posible.. bien lo sabes "Vicente Moreno", aunque creo que tú autocrítica está en nivel super sayan 3

Ferran Martí
pos yo me lo he pasao muy bien¡
Y ahora que me he enganchado a esto del squash, no lo dejeis******ES.
Hasta el próximo social.
Sault y squash'n'roll

CHIMO "EL CASOLA"
Grande Vicente, pero eres un******cete me cazaste en plena batalla. yo disfruto con el squash y más con este tipo de eventos donde ganas siempre amigos.
JVFerra
Las camisetas negras tienen su efecto y no es otro que llevarnos a una crónica negra. No hace falta ni remitirse a las pruebas. Basta con leer. Y después plorar ( en algunos sitos llorar). Menuda pesadilla nos han "colado". Este Vicente Moreno no es el de siempre. Es un doble, un remake, un cine negro que tanto le gusta...y no es que todo sea de color de rosa, ojo, pero tengamos una visión más prometedora: un europeo, un social por equipos, un torneo de copas (atención a la novedad), unos autonómicos, viajes por aquí, por allá, la liga, el 57, el 41.923, la cuarta edición de las collas...pero...¡¡¡Si estamos empezando!!! Y encima los narcos nos dan moral y la tenemos a tope!!!! Yeeee....despertar del sueño maligno y vivir lo que tenemos ahora, que lo mejor está por llegar. ¡¡Colló, estic per a donar un altra volta al ruedo!!! Me quedan pocos caracteres, los suficientes para seguir diciendo ¡Salut i Squash!.
Javier Martos
De “torneo de copas” olvídate, está aprobada la “copa presidente”
Javi Genis
¿El club para cuándo? No hay huevos
Nacho Aguayo
Nada, que no puedo dejar de llorar.
R. Belda
Han dejado entrar a Manolo Benlloch en mi localidad natal???!!!
WTF!!??

Iván Colado
Muy buena crónica de "el otro" y pese a TOOOODOS los contratiempos buen torneo también, joer.

Esa foto en la escalera es una portada de disco de la Kelly Family

1000 Caracteres restantes