Con las previsiones meteorológicas adversas por la ola de frío siberiano que ataca europa estos días, dos valientes del CSV se han desplazado a Uster a disputar el Swiss Masters.
Y es que nada más llegar a la urbe suiza ya se dieron cuenta que iba a ser un fin de semana complicado, solo apto para españoles del este y no exquisitos, pues por mucho que presuman pasando con un Ferrari detrás de otro, estamos en el siglo XXI y hay que tener aire acondicionado en restaurantes y hoteles (se rumorea que uno de los integrantes de la expedición tuvo que dormir en el suelo la primera noche buscando la frescor, y esta vez sin que hubiera una "dona pel mig").
También llama la atención lo poco de fiar que son estos suizos, dejan las bicicletas en la calle encadenadas con mil y una cadenas, y protegen sus bienes en los jardines con doble muro a lo Donald Trump por si pasa el makinavaja de turno con la fragoneta.
En cuanto a las instalaciones, ¡qué decir! Metros y metros cuadrados dedicados a la práctica deportiva. Piensa en un deporte y en Uster tendrás su recinto para practicarlo... vale, me has pillado, sé que el primero que te ha venido a la mente es el padel y es el único que no está presente en estas tierras, ¡quina llástima!
El Viernes los integrantes de la expedición vivieron una jornada histórica, contando todas sus partidas por victorias y claro, se vinieron arriba y el Sábado quisieron jugar con la mano izquierda, por eso de probar como hace un zurdo un boast invertido, resultado el esperado y que no hace falta que se narre. Para el Domingo, la organización del torneo se puso en contacto con ambos zurdos para que hiciesen una partida de exhibición en la pista de cristal y en streaming para toda europa, consiguiendo llenar las gradas y saliendo a hombros rumbo a la terreta, donde van triunfan.
Salut, chocolate suizo y Squash
Grandes los 2!
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